Cuando disminuye la fuerza del viento, las partículas transportadas se van depositando selectivamente: primero, las más gruesas y luego las más finas. De esta forma se van formando los depósitos, que en algunas regiones pueden ser importantes. Las formas más comunes son: Rizaduras paralelas y Dunas o médanos.
Dunas o médanos. Son acumulaciones de arena originadas por el viento. Se forman cuando las partículas transportadas encuentran un obstáculo. Se acumulan delante de él, formando un montículo, que constituye una duna embrionaria. Posteriormente va creciendo con nuevos aportes de arena.
Inicialmente las dunas son transversales a la dirección del viento, debido a su velocidad constante. Si cambia la velocidad, estas dunas se fragmentan y se desplazan, unas zonas a mayor velocidad que otras, tomando entonces la forma de media luna o barjanes. Si varios barjanes se unen originan dunas longitudinales. La asociación de dunas elementales de formas sencillas en el interior de los desiertos forma un erg.
Según el lugar donde se forman, se consideran diferentes tipos de dunas como:
• Rizaduras paralelas. Se originan del arrastre por rebote de los granos de arena. Chocan y rebotan con los otros granos y los desplazan. Su disposición se debe a la diferente capacidad de rebote de las partículas.
Depósitos de loess: Son acumulaciones de polvo transportado por el viento. Recubren grandes extensiones en las zonas más periféricas de los desiertos.
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